Los riegos deben adaptarse a la climatología y no deben realizarse sistemáticamente, pues los frutales padecen más de exceso de agua que de sequía en nuestros huertos y jardines.

Hay que tener en cuenta que las necesidades hídricas de los frutales son muy diferentes a las del césped, por que deberemos tenerlo en cuenta cuando planeemos su ubicación en el jardín. El mejor sistema es el riego localizado por goteo, con 5-6 goteros por árbol, que aporta la cantidad de agua justa y necesaria para el árbol.

Las necesidades nutricionales del árbol joven, en el periodo de formación de su estructura, se cubren con el abonado de fondo, que se realiza en la plantación, con COMPO Guano Abono Natural para Huerto y Jardín. Durante la fase de producción debemos usar abonos con un equilibrio nutricional adaptados a las cosechas requeridas como COMPO ENTEC Nitrophoska y aportaciones de fósforo, potasio y magnesio en forma equilibrada.

Útiles para el riego y el abonado
Manguera: material básico para el riego de cualquier zona del huerto o del jardín. Las hay de materiales indeformables, con sistema antinudos y con recuperación automática, con tratamiento antialgas, con carro portátil portamangueras. Su longitud debe ser adaptada a nuestro huerto y a la distribución de bocas de riego en la parcela, no debe sobrepasar 2/3 de la longitud máxima de la parcela. En el extremo se suele acoplar una lanza rociadora multifunción que nos permite evitar el despilfarro de agua.

Distribuidores de fertilizante: sirven para incorporar uniformemente los abonos granulados.